Lo que llamaba la atención inmediatamente era la tapicería llamativa con encajes y brillantes estampados revistiendo las paredes que caracterizaron esta época. La tienda se hizo conocida por su fachada cambiante. En 1966 se contó con retratos gigantes de los jefes nativos americanos Low Dog y Kicking Bear. En 1967 todo el frente fue pintado con una gigante pintura pop-art con el rostro de Jean Harlow (estrella de los años 30), la versión más conocida de la boutique. En 1948 la ventana hacia el patio, pintada de negro y oro tenía la frase de "Uno debe ser una obra de arte o debe usar una obra de arte".
En un primer momento, el ambiente era una mezcla de burdel de Nueva Orleans y la fantasía futurista. Los patrones de mármol de las paredes empapeladas, con los carriles que llevan un surtido de ropa de colores brillantes. Cortinas de encaje cubriendo la puerta cambio, y una cortina de cristal con cuentas colgaba sobre la entrada en la parte superior de los pasos, llevó a la tienda a ser recordada para siempre. En el cuarto de atrás, un estilo Art Deco se mostraba. En 1969, sin embargo, Nigel Waymouth estaba más interesado en el arte y la música, y John Pearse entró en el teatro. Freddie Hornik, un empresario de la moda, compró el negocio. Él, Gene Krall, y Breslau Marty, atrajeron clientes como Rod Stewart, Ronnie Wood y Keith Richards. Se abrieron sucursales en Nueva York y Los Ángeles y vendió piezas a Elton John, Keith Moon y Mick Jagger. Estas fueron cerradas en 1973, cuando fue adquirida una vez más por Glen Palmer, que se trasladó la ubicación a la Sunset Strip. Que se cerró en los años 80.
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