Lee Alexander McQueen, nació en el East End de Londres, el hijo más joven de los seis de un taxista. Se graduó en 1994 de la prestigiosa escuela St. Martins College of Art & Design de Londres formando parte de la más brillante generación británica surgida de allí junto a John Galliano y Stella McCartney. Su talento no pasó desapercibido para los sastres Anderson & Sheppard de la tradicional calle Savile Row, que le ofrecieron incorporarse a la firma como aprendiz. De ahí pasó a trabajar para Gieves y Hawkes y luego para Romeo Gigli y Koji Tatsuno, antes de abrir su estudio en East London. Tras crear su propia marca, McQueen comenzó a hacerse conocido en los tabloides británicos gracias a unos diseños rompedores respaldados por una pequeña pero fiel clientela entre la que se incluían figuras destacadas del mundo de la moda, como la estilista Isabella Blow, que fue su mentora.
En octubre de 1996, McQueen ganó el premio al mejor diseñador del año (Best British Designer of the Year). Unos días más tarde fue nombrado sucesor de John Galliano al frente del equipo de diseño de la casa Givenchy, gracias a su “brillante creatividad y maestría técnica”.
En 1997, año en el que creó cuatro colecciones para Givenchy y dos para su propia marca, McQueen compartió el galardón al mejor diseñador británico del año con John Galliano.
En diciembre de 2000, la prestigiosa marca Gucci adquirió las acciones mayoritarias de la firma Alexander McQueen. Esto le permitió desvincularse de la marca Givenchy y LVMH que, en sus palabras, limitaba su creatividad en algunas líneas de su propia marca, con algunas accesibles como McQ. Ese mismo año se casó con el cineasta George Forsyth. Su imagen de enfant terrible, junto a su creatividad transgresora y maestría en el corte, le convirtieron en uno de los más grandes y polémicos diseñadores de la historia de la moda. Su subida al poder fue un cuento de hadas por méritos propios; en 2003 fue condecorado por la reina Isabel II con el título de Comandante de la Orden del Imperio británico, que recibió de sus propias manos en el palacio de Buckingham, sólo porque le hacía ilusión a sus padres, ya que era anarquista y antimonárquico.
El estilo de McQueen se caracterizaba por "Una brutalidad atemperada con lirismo. La sensibilidad gótica de un cuento de los Hermanos Grimm está más cerca del espíritu de la ropa de McQueen que el fetichismo, el gore y la misoginia de los que le acusan sus detractores. Por muy oscuros que fuesen sus diseños, siempre poseían una feminidad por la que se dejaron seducir desde Björk hasta la actual Duquesa de Westminster". La influencia de cortes angulares y agresivos tiene su origen en el figurinista de la MGM Adrian, Christian Dior y Thierry Mugler.
En 2003 lanzó al mercado su primer perfume, Kingdom y una colección de ropa para hombre hecha a medida producida por la sastrería Huntsman, de la londinense Savile Row.
En 2004, se dio a conocer por primera vez en la pasarela de Milán su colección prêt-à-porter masculina.
McQueen presentó sus colecciones en la Semana de la moda de París y cuenta con tiendas en las principales ciudades del mundo. Sarah Burton, mano derecha suya durante doce años, tomó las riendas del diseño de su firma Alexander McQueen.
Alexander McQueen fue simplemente uno de los pocos personajes que iban más allá del pret-a-porter, más allá de las prendas que un "blogger" quiere en su guardarropa, siempre en la prenda como un arte, pensando en algo que pudiera ser llevado, aún tiempo después de su aparición. Así lo promulgan por lo menos el clóset de Daphne Guiness o las reliquias de Lady Gaga, y cualquiera de las prendas que atesoran quienes pudieron acceder a ellas cuando la carrera del inglés despegaba.
McQueen a sido de los pocos diseñadores contemporáneos en obtener su propia exhibición, quizás el único en cuanto a la magnitud que obtuvo su Savage Beauty del MET el año 2011, donde se vio Mezcló arte en vivo, instalaciones de viento, tableros de ajedrez gigantes, fantasías marinas, pesadillas grotescas y belleza extravagante en cada contexto e idea de sus colecciones, el fue un diseñador que creo su propio mundo de fantasía en cada colección, popularizó la calavera como objeto de moda, y cada una de sus pasarelas era recordada y admirada con el paso del tiempo, la emoción que transmitió en sus desfiles será sin duda algo difícil de igualar.
A continuación dejo las 5 pasarelas más memorables del diseñador británico:
A continuación dejo las 5 pasarelas más memorables del diseñador británico:
1999, Nº13
Inspirado en el arte e instalaciones de museos, McQueen decidió cerrar esta propuesta con una imagen aún recordada: Shalom Harlow dando vueltas en el centro de la pasarela, con un vestido que simuló un lienzo y dos pistolas con pinturas disparando encima del traje. El resultado fue una de las piezas más icónicas en la carrera del diseñador.
2005, It’s only a Game
Un juego de ajedrez futurista con las modelos actuando como pieza de un tablero, vestidas para la ocasión, y con la aparición de su icónico vestido pavo real, fueron solo algunas de las características de este reconocido desfile.
2006, Widows of Culloden
Es el tema de Highland Rape vuelto a presentar, pero además uno de los momentos más recordados en la carrera del diseñador: un holograma de Kate Moss al final del desfile, justo en la época en que la modelo era juzgada por los medios a raíz de una fotografía donde aparecía inhalando cocaína.
2008, La Dame Bleue
Fue un tributo intenso completamente dedicado a su mentora y gran amiga Isabella Blow, quien falleció el 2007 producto de una sobredosis de drogas. Dicen que desde ese momento, McQueen no volvió a ser el mismo.
2010, Plato’s Atlantis
Una revisión acerca de las criaturas marinas y las leyendas generadas por la vida en una ciudad bajo el agua, tuvo a los zapatos "armadillo" de la historia en esta pasarela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario