La pasarela que sin duda me cautivo fue Givenchy con la mezcla de estampados a lo Mary Katranzou y cortes que daban una especie de volumen en la parte inferior de algunas prendas.
Thom Browne, como siempre realiza unas prendas difíciles de usar, pero si fáciles de admirar, llenas de ideas frescas, con un look militar, telas rígidas y labial rojo a juego.
Las colecciones más juveniles fueron Calvin Klein, con unos estampados a el estilo "fondo de pantalla de Windows 95", Versace, con sus ya reconocidos colores neón, Moschino, con más de 5 estampados en una prenda, Marc Jacobs con un look setentero, Raf Simosn con el look de minifalda y estampados caricaturescos y Christopher Kane con una colección llena de reders del cuerpo humano con colores sólidos.
Algunas de las colecciones más limpias fueron la de Jil Sander con la mezcla de un color blanco como base, con tintes de melón, negro y azul, Alexander McQueen con un look victoriano lleno de encajes y zapatos afeminados, Dolce & Gabbana, dejando atrás su gran escándalo monetario trae una colección llena de estampados italianos mostrando un color dorado predominante, Jonathan Saunders, apuesta por sus ya conocidos degradados y Burberry, trae una colección con colores vivos y cortes limpios.
Unas colecciones frescas y con nuevas ideas fueron la de Astrid Andersen, con un color blanco en casi todas sus prendas mezclando texturas y cortes, y Umit Benan con un look obscuro y formal, con colores sanguíneos.
Así que ya sabemos, cada día los hombres pueden experimentar a la par que las mujeres con su guardarropa.
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